Grandes ojos esas ventanas
Viendo al cielo oscuro
Viendo a los muchachos y gentes que pasan calladas
o pateando una lata, o llevando de cabestro una bestia,
o Flores, o Noches…
Miran ellas, Ventanas, Qué grandes ojos!
Y a lo lejos:
Puertas abiertas/ Hombres escupiendo Hombres bebiendo
Oyes decir muy quedamente:
“Siete, de verdad, Cómo estás de buenas…”
///Y entonces ves la yerbecita, ves los aleros, ves los grifos donde salta el invierno
Y echa a cantar!!!…
“Esta es la casa grande, casa grande
Vive la niña Delia, Delia Margarita
Delia del Gran Sombrero Cabellera en el agua
Delia de las muchachas nadando
Se llama Olor, se llama Olor Granadas rojas se llama
Delia de todas, Delia de todas, Delia de todas las nostalgias
Perfumes Idos”
Y ya el invierno se hace corriente por las piedras
Ai lo escuchás quedito
“¡¡Vení Este es tu enlozado húmedo!!”
Y vas hasta el portón
Ay en ese portón se detuvo el Siete, Miró largamente
Muertes ajenas lo habían inaugurado,
pero ninguna de las suyas se había inscrito en los huecos del cigarrón
Veta de madera / Tablita de adorno y Cerradura
Y allí pegó el oído para oir:
Se oyeron corrales de chivos que venían detrás de una mujer
Vieja de las chivas Sí María de los Ángeles, dormida sobre restos y cagarrutas
Refunfuñona Venía – Al lado de los cabritos / Desgreñada
con un palo en la diestra
Hay cerca de allí un sitio donde oscuras ruinas se levantan
Muros derruidos
los vería con ojos nostálgicos
Mañanas soleadas / tardes soleadas / y tardes de color de golondrinas!
“ – Siete que estás parado en el portón ¡Dentrá!”
dicen del zaguancito, de las piedritas
dicen del corazón de esos nombres enlazados
Doña y Él grabados en la arena
Y en el silencio y en el silencio
Y otra vez “¡Dentrá Siete!”
“¡Qué me vas a decir, calle de todos los corazones!” (Bis)